Odontopediatría - Pedro Ruiz de Temiño
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Odontopediatría

tratamiento_infantilCuida la salud bucodental de tus hijos desde la primera infancia.

 

En nuestra clínica ofrecemos cuidados, tanto preventivos como curativos, para niños desde la infancia más temprana hasta la completa adolescencia.

 

Asimismo, proporcionamos también cuidados avanzados y altamente especializados en odontología para niños y adolescentes con necesidades especiales, tanto físicas como médicas.

LAS CARIES


Los dientes están formados por tejidos duros y blandos.

 

La caries dental es una infección del diente; es una enfermedad bacteriana destructiva de las estructuras dentales producida por una serie de microbios que viven en nuestra boca. Las caries son, además, la enfermedad crónica infantil más común.

 

Los dientes son la única parte del cuerpo humano que no se regenera por sí misma; por eso la detección precoz de las caries es fundamental para evitar males mayores. Por lo que se recomienda que la primera visita al dentista para niños sea tras cumplir el año.

 

Las caries son la enfermedad crónica infantil más común.


¿A partir de cuando puede aparecer?


La caries de la primera infancia o “Caries del Biberón” puede producirse desde el mismo instante en que aparecen los primeros dientes en la boca del niño. Desde este mismo instante, pues, es conveniente empezar la limpieza bucal de sus dientecitos, que se llevará a cabo con una pequeña gasa húmeda.

 

Cuanto más se tarde en iniciar los procesos de higiene dental, más probabilidades tendrá el niño de presentar caries.

 

Es recomendable que la primera visita al dentista para los niños se realice al primer año de vida.

La caries de biberón


Se denomina así porque, aunque también puede aparecer por un uso indebido del chupete (untarlo con excesiva frecuencia en algún líquido dulce y dárselo al bebé) es más frecuente que esta patología se presente asociada a la mala costumbre de ofrecer un biberón lleno de zumo, leche o bebidas azucaradas para que el crío vaya bebiendo a demanda o permitir que el niño se duerma chupando la tetina del biberón.

 

Estos hábitos están absolutamente desaconsejados, a no ser que lo que contenga la botella sea, simplemente, agua. El alto contenido en carbohidratos de estos productos puede causar daños en los dientes definitivos. De esta forma, en la boca de los chavales más mayores coincidirán, durante un plazo más o menos prolongado, las piezas temporales o «de leche» con las definitivas, pudiendo resultar afectadas estas últimas por las caries de las de leche.


¿Cómo se reconocen las caries?


Tooth With Magnifying glassLa caries la ha de diagnosticar el dentista y, en el caso de los niños, el especialista en odontopediatría mediante las revisiones periódicas que han de tener lugar cada seis meses.

 

Si son los padres los que la observan, ya suele ser tarde porque proceso de cavitación se ha iniciado y aparece la pérdida de sustancia y el socavón del esmalte, que se acaba rompiendo.

¿Duele?


Cuando la caries sólo afecta al esmalte no produce dolor. Sin embargo, si la lesión se extiende, acabará llegando al tejido interior del diente, que es la dentina y, en estos casos, la ingesta de dulces y las bebidas frías o calientes provoca dolor.

¿Qué hábitos la provocan?


El principal amigo de las caries es la falta de una higiene correcta. Para su aparición tiene que haber un medio oral ácido, y todo aquello que pueda provocar un pH ácido es potencialmente peligroso.

 

Por ejemplo, las chuches, los caramelos, las bebidas refrescantes, las bebidas de cola, los zumos con azúcares añadidos, etc.; pero incluso, el pan, la bollería y la pasta que, en definitiva, son harinas y en su metabolización se producen azúcares que, al descomponerse, producirán ácido.

 

La dieta ha de ser por lo tanto muy variada, huyendo de los abusos y de las comidas fijas (niños que solo comen pizza o macarrones, por ejemplo). La fruta, de hecho, es muy buena porque tiene fibra, que actúa limpiando.  Comerse una manzana es lo más saludable para los dientes tanto de los pequeños como de los mayores.

¿Es contagiosa?


Los microbios que provocan la  caries son adquiridos. El bebé nace con la boca estéril y poco a poco se invade de gérmenes. La transmisión de estos microbios viene, en la gran mayoría de los casos, a través de los padres, de la misma forma que se puede transmitir una simple gripe.

 

No tiene que ver que los adultos tengan caries o no, simplemente el intercambio de saliva podrá transferir estos gérmenes a la boca del pequeño. Por ello, la principal recomendación de los dentistas  y odontopediatras es limpiar bien los chupetes con agua, nunca con la boca, y prescindir de los besos en la boca, por muy entrañables que parezcan.

¿Cómo se tratan las caries en los niños?


Si la caries no afecta al tejido nervioso del diente, el dentista procederá a limpiar el diente del tejido afectado y se hace el empaste. Si la lesión llega al nervio y estamos ante dientes temporales se realiza una pulpotomía o tratamiento del nervio.

 

Cuando la caries ha destruido mucho el diente se han de colocar unas coronitas metálicas. Para los padres son poco estéticas pero a los niños les hace ilusión tener una brillante muelita de plata. Su finalidad es reponer la función de la muela asi como mantener el espacio para los dientes permanentes que han de venir.

 

Sólo se extrae la muela cuando no hay más remedio, es decir, cuando la infección obliga a su extracción porque se han destruido las raíces y es inviable. En estos casos, generalmente requieren la colocación de un mantenedor de espacio para evitar que se pierda el espacio necesario para la correcta ubicación del diente permanente.

¿Puede afectar al diente definitivo?


Cualquier infección en el diente temporal que progrese por la raíz creará una bolsa de pus que afectará al diente permanente. A veces los dientes definitivos salen con malformaciones, manchas o lesiones secundarias a la infección que tuvo el diente de leche en su día y no se trató de forma adecuada. Por ello, es un gran error pensar que, puesto que algún día se le caerán los dientes de leche, no hay que preocuparse demasiado por su cuidado.

EL CHUPETE


El deseo de chupar está relacionado con la necesidad esencial de sobrevivir. Muchos bebés siguen chupando después de haber terminado la toma, lo cual no se debe interpretar como una falta de alimentación. Sin embargo ese deseo de chupar no desaparece en los primeros meses de edad y es frecuente encontrar a niños con 3-4 años que succionan (sus chupetes o sus dedos pulgares) con intensidad.

 

El chupete reduce la incidencia de la muerte súbita del lactante, es un analgésico muy eficaz en procesos dolorosos y, por añadidura, los efectos perjudiciales que ejerce sobre la correcta alineación de los dientes son pasajeros. Eso sí, para que las piezas dentales vuelvan a su lugar el chupete debe desaparecer antes de los tres años de edad.

 

Para que el chupete sea seguro debe cumplir con las normas fijadas por AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación): debe estar hecho de material plástico, tener bordes redondeados, poseer una anilla o tirador que permita extraerlo de la boca y la tetina no puede ser superior a 3,3 cm. Por último, la base del chupete debe ser lo suficientemente grande para evitar que el niño pueda introducirse todo el chupete en la boca, con el consiguiente riesgo de asfixia.

 

En cuanto a los cuidados, es aconsejable cambiarlo con cierta frecuencia, sobre todo cuando el niño ya tiene dientes, para evitar que el niño se atragante con los pequeños fragmentos que pueda arrancar al mordisquearlo.

 

No ponga el chupete al niño sujeto con una cuerda o collar alrededor del cuello por el riesgo de asfixia que existe.

Chuparse el dedo es peor que el chupete


bambino ciuccia pollicePor mucho que exista la percepción de que chuparse el dedo es un acto natural y, por lo tanto saludable, lo cierto es que los dentistas para niños y especialistas odontopediatras coinciden en que es bastante más peligroso llevarse el pulgar a la boca.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN


La principal medida de prevención es la higiene diaria

Consejos de limpieza dental para los más pequeños

Cuando erupcionen los primeros dientes puede limpiarlos con ayuda de una gasa. Una vez erupcionen los molares podrá empezar a utilizar un cepillo dental adecuado a su edad, de cabezal pequeño y cerdas suaves. No dudes en pedir ayuda a un dentista para niños si quieres que te explique a fondo cómo llevar a cabo esta limpieza.

 

El cepillado requiere de una cierta habilidad por lo que los primeros años debe ayudar a su hijo a limpiarse los dientes. Hacia los 5-6 años el niño ya habrá adquirido la suficiente destreza como para realizar él sólo el cepillado pero deberá ser supervisado, y ayudando si es necesario, sobre todo en el cepillado nocturno.

 

Los dientes deben limpiarse después de cada comida y siempre antes de acostarse.

 

A partir de los tres años de edad podrá empezar a utilizar pasta de dientes en pequeña cantidad (el tamaño de un guisante). Existen dentífricos infantiles para niños menores y mayores de 6 años; utilice el que corresponda a su edad. Y si no sabe muy bien qué utilizar ¡pregunte a su dentista! Ellos saben qué es lo mejor para el cuidado dental de los niños.

Revisiones periódicas


Las revisiones periódicas ayudan a detectar posibles problemas a tiempo y, por tanto, sitúan al niño en una mejor posición de salud. Las caries avanzadas suelen requerir soluciones más complejas que las caries tempranas.

 

En la revisión odontopediátrica se motiva al niño, se realiza una exploración bucal minuciosa, un control radiográfico cuando es necesario, una limpieza bucal y una fluorización.

Las fluorizaciones


La fluorización, bajo control del odontopediatra, es uno de los remedios más eficaces para luchar contra la caries. El esmalte se puede reforzar y remineralizar mediante la aplicación de flúor. El flúor reacciona con los cristales de hidroxiapatita del esmalte y los convierte en cristales de flúorapatita que son mucho más resistentes a la acción de los ácidos. Es una de las acciones más eficaces a realizar en la consulta del dentista para niños, ya que, de esta forma, se reduce la incidencia de caries hasta en un 50%.

Los selladores


Los sellados de fosas y fisuras de los dientes pueden ser utilizados efectivamente como parte de las medidas preventivas de la caries con base individual o como medida de salud pública en poblaciones de alto riesgo.

 

Se describen como un material colocado en las fosas y fisuras de dientes susceptibles al desarrollo de caries, actuando como una barrera física por la unión micromecánica al diente que evita el acceso de las bacterias cariogénicas y de su fuente de nutrientes.

 

Las caries de fosas y fisuras representan entre el 80 y el 90%  de todas las caries que afectan a los dientes posteriores y el 44% en los dientes primarios. Los sellados reducen el riesgo en estas zonas susceptibles y su colocación en niños y adolescentes ha mostrado una reducción de la incidencia de caries del 86% después de un año y del 58% a los 4 años.

 

En las revisiones periódicas, los dentistas y especialistas, evaluaremos la necesidad de colocar selladores, según los dientes vayan erupcionado en función del riesgo de caries particular de cada niño.

Recomendaciones de dieta para niñ@s y adolescentes


tratamientos_esteticaEstablecer unos cuidados dentales a partir ya de los 12 meses de vida del niño, constituye una de las estrategias preventivas más adecuadas frente a la caries, incluyendo recomendaciones dietéticas y las instrucciones de cómo realizar una correcta higiene oral a partir de la erupción de los primeros dientes temporales.

 

El control de dieta no sólo influirá favorablemente en la salud oral sino también en la salud en general del niño. La dieta desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la caries dental.

 

El déficit de vitaminas (A, D), calcio y fósforo puede ocasionar alteraciones en el desarrollo dentario y retraso en la erupción.

 

La frecuencia en la ingesta de alimentos cariogénicos sobretodo entre comidas tiene una fuerte relación con el riesgo de caries, pues favorece cambios en el pH  y alarga el tiempo de aclaramiento oral lo que incrementa la probabilidad de desmineralización del esmalte. Respecto a la consistencia y aclaramiento oral son varios los estudios que han observado que algunos alimentos,  aun con un alto contenido de azúcar, pueden tener mayor solubilidad y son más rápidamente eliminados de la cavidad oral, mientras que alimentos con un alto contenido en almidón  (pan, cereales, patatas) pueden incrementar la producción de ácidos y es más lenta su eliminación de la cavidad oral.

 

Puesto que la dieta es un factor determinante en el desarrollo de la caries es preciso dar una información adecuada a los pacientes. Además no hay que olvidar que un incremento en azúcares no solo supondrá un mayor riesgo de caries sino también un riesgo incrementado a padecer obesidad, y así una mayor predisposición en adultos a sufrir enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, colesterol), las respiratorias (apnea, asma), ortopédicas  (fracturas) y hepáticas.

 

Es aconsejable evitar comer entre comidas o limitar el consumo de azúcares  a las horas de las comidas, donde el flujo salivar es mayor y permite un rápido aclaramiento oral. Es, pues, muy importante una baja frecuencia en la ingesta de carbohidratos.

 

Así se ha visto que alimentos que contienen entre un 15 y un 20% de azúcares, especialmente sacarosa, son de los más cariogénicos, sobretodo entre comidas. Sin embargo, existen otros carbohidratos como la fructosa, con mayor poder edulcorante que la sacarosa, pero con menor poder cariogénico. El xilitol, al no ser utilizado por los microorganismos para producir ácidos, no resulta cariogénico, e incluso tendría un efecto anticaries.

 

Las grasas cubren el diente, reduciendo la retención de los azucares y la placa, además pueden tener efectos tóxicos sobre las bacterias.

 

Las proteínas incrementan la capacidad tampón de la saliva y tienen efecto protector sobre el esmalte. Conjuntamente las grasas y proteínas elevan el pH  tras la ingesta de carbohidratos.

 

Otro tipo de alimentos serían aquellos que a través de su masticación (por ejemplo chicles sin azúcar) estimulan el flujo salival y, de esta forma, se tampona el pH ácido y se favorece la remineralización del esmalte.

 

En adolescentes es importante reducir el consumo frecuente de bebidas azucaradas pues supone un factor particular asociado al desarrollo de caries en los dientes.

 

toothfriendly_testedEl símbolo tooth friendly (denominado Sympadent en Francia y Zahnschonend en Alemania) y que representa un diente bajo un paraguas protector, utilizado para informar sobre la elaboración sin azúcar, debería ser colocado en el envase de las medicinas no cariogénicas, del mismo modo que acompaña a un gran número de productos en los diferentes países miembros, como son productos farmaceúticos, golosinas, bebidas, quesos, etc.

EMBARAZO Y SALUD BUCODENTAL.


El embarazo comporta una serie de cambios orgánicos y de conducta que pueden repercutir en la cavidad bucal provocando un mayor riesgo de caries y de enfermedad de las encías. Por ello, cuando la mujer sepa de su embarazo, acuda a consulta del dentista para evaluar su estado de salud bucal y poder prever enfermedades bucodentales del niño.

¿El embarazo empeora la salud bucal de la madre?


Es muy importante que durante el embarazo mantengas una correcta higiene oral y sigas una dieta equilibrada.

 

Contrariamente a las creencias populares, el bebé no obtiene el calcio de los dientes de su madre. Cuando el bebé necesita calcio, lo obtiene a través de la dieta o de los huesos de la madre, pero nunca de sus dientes.

 

Tampoco  es verdad el dicho popular de que “cada embarazo me costó un diente”. Si estás desarrollando más caries puede ser debido a:

 

 

  1. Un descuido de su higiene oral con el consiguiente acúmulo de placa bacteriana. Las bacterias de la placa dental utilizan el azúcar que comes para producir ácidos que atacaran el esmalte de tus dientes provocando caries.
  2. Cambio de los hábitos dietéticos y horarios. A medida que su abdomen aumente de tamaño empezará a comer pequeñas cantidades de comida con más frecuencia por qué en seguida tendrá sensación de saciedad. Debe evitar comer alimentos dulces y/o de consistencia pegajosa (chucherías, zumos envasados, refrescos, bollería…)
  3. Vómitos asociados al embarazo o reflujo del ácido del estómago. El ácido del estómago provoca una erosión del esmalte del diente volviéndolo más susceptible a la caries.

¿Por qué duelen las encías durante el embarazo?


Los cambios hormonales que acompañan al embarazo favorecen la aparición de gingivitis.

 

La gingivitis es una inflamación y enrojecimiento de las encías que puede provocar dolor generalizado de la boca y una mayor tendencia al sangrado. Los problemas de las encías aparecen a menudo durante el segundo mes del embarazo, suelen ser máximos en el octavo mes y mejoran tras el parto. Si antes del embarazo ya tenías problemas gingivales o enfermedad periodontal probablemente se agraven.

 

Los cambios hormonales del embarazo no podemos controlarlos pero sí está en su mano eliminar el resto de factores que provocan gingivitis y que son principalmente: la placa dental (hay que limpiar cada día los dientes) y el sarro (deberá realizar una limpieza profesional en la clínica).

¿Es peligroso el tratamiento dental o las radiografias durante el embarazo?


El embarazo no es una enfermedad por lo que la embarazada puede recibir el tratamiento dental que precise. Durante el primer trimestre se suelen realizan sólo tratamientos de urgencia, ya que es durante el primer trimestre cuando se van a formar las estructuras principales, tales como el Sistema Nervioso Central con el cerebro, el corazón y el Sistema Vascular, etc…

 

El segundo trimestre suele ser el momento ideal para realizar cualquier tratamiento dental, no existiendo ningún problema en utilizar anestesia local para asegurar la analgesia durante el tratamiento. El odontólogo usará fármacos anestésicos que no afectaran a su bebé.

 

El exámen radiográfico es un importante instrumento diagnóstico y de seguimiento de algunos tratamientos dentales. El haz de rayos radiográficos no va dirigido hacia el abdomen y la cantidad de radiación que se produce es pequeña, por lo que podrán realizarse radiografías dentales durante el embarazo siempre y cuando se ponga un delantal de plomo que cubra el abdomen  de la embarazada y proteja al bebé.

 

En el último trimestre del embarazo puede resultar molesto el permanecer sentada en el sillón dental durante un período prolongado de tiempo y es por ello que se procurá evitar la realización de tratamientos largos, aunque no existe inconveniente en practicar tratamientos dentales. El dentista se ocupará de que el abdomen no dificulte el retorno venoso de tus piernas.